Sin duda alguna existe mucha información e investigación con relación al tema de los niños bilingües. Ciertamente el aprender dos lenguas forma parte de la experiencia estudiantil de muchos alumnos hoy día.
Dominar dos idiomas y poder hacer uso de éstos habitualmente es a lo que aspiran muchos padres para sus hijos. Hablar, leer y escribir ambos fluidamente es un reto.
Por esta razón, las familias optan porque esa enseñanza ocurra desde temprana edad, entiéndase antes de iniciarse en una educación formal, o sea desde el hogar.
Varios estudios indican que aprender simultáneamente dos idiomas es posible en niños menores de tres años.
Los niños que se encuentran en esta etapa del desarrollo obviamente aprenden primero el vocabulario para escucharlo y reproducirlo oralmente. A los 2 años, si tienen la madurez, podrán expresarse utilizando frases.
Si el menor confronta dificultades de habla y lenguaje entonces se sugiere esperar a que domine su lengua natal primero. Las instituciones educativas reconocen que este estilo de enseñanza es lo que demandan muchas familias y ha terminado siendo parte de su ofrecimiento académico.
Es importante recalcar que si su hijo(a) es monolingüe no es un asunto para preocuparse porque la ciencia no establece que un cerebro bilingüe sea superior.
Lo que muchos estudios reflejan es que los niños bilingües ejercitan por medio de las conexiones cerebrales unas áreas distintas a aquellos que dominan solamente un idioma y por consiguiente desarrollan unas habilidades que el monolingüe no necesariamente tiene que poner en función.
Datos sobre las diferencias estructurales del cerebro de los niños bilingües con un potencial para un aprendizaje próspero
- Ser bilingüe conlleva una ventaja comunicativa.
- Ser bilingüe puede retrasar por 4.5 años la aparición de demencia.
- El niño(a) bilingüe tiene mayor densidad de la materia blanca, que no es otra cosa que la sustancia encargada de la transmisión de la información en el cerebro para llevar a cabo los procesos mentales con rapidez y agilidad.
- Los niños bilingües, a diferencia de los monolingües, usan más las áreas del cerebro que se relacionan con el control del lenguaje, ya que recurrentemente se ven en la obligación de elegir el idioma que usarán para expresarse. Por tal razón desarrollan una serie de habilidades tales como:
- Ignorar los estímulos a su alrededor que eventualmente lo ayudarán para concentrarse y memorizar mejor.
- Se adapta a los cambios de tareas por lo que puede terminar las mismas con facilidad.
- Son eficientes a la hora de detectar errores gramaticales.
- Son más rápidos para aprender un tercer lenguaje.
- Si aprenden dos idiomas desde bien pequeño se le hará más fácil discriminar distintos sonidos lingüísticos que tan necesarios son para desarrollar el habla y lenguaje exitosamente.
- Mayor destreza en la formación de conceptos, indispensable también para la adquisición del habla y lenguaje.
- Mayor desarrollo de la creatividad.
Para criar a un niño(a) bilingüe independientemente de cuales puedan ser las motivaciones, es importante estar consciente que requiere de estímulos variados e interacciones frecuentes de enseñanza con ambos idiomas.
La televisión es un recurso que, sin duda alguna, complementa el aprendizaje de un lenguaje, pero este únicamente no logra que un niño(a) pueda convertirse en bilingüe.
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